Ese día no tengo muy claro si asistí a mi trabajo, al parecer si fui y nos devolvimos temprano. Recuerdo que mi empleador teníamos trabajo remoto por lo que ante cualquier problema podía acceder a la oficina de mi casa. En resumen, en la tarde, estaba en mi casa, mientras se desataba el caos.
Mi pareja de ese entonces (le diremos Cata) estaba trabajando en una empresa del sector oriente y llegó a su trabajo no exenta de problemas. El problema sería a la vuelta con la desactivación total de la red de metro (esto por las evasiones masivas y vandalismo a las estaciones que habían ocurrido esa semana).
Me llama y me cuenta que está el caos, y le digo si la voy a buscar a la oficina.
Ella había comprado su primer auto, el auto tenia dos dias de entregado, ni siquiera tenía las placas patentes. Inicialmente no llegamos a consenso de ir a buscarla en auto (dado el caos en la ciudad), luego de varios intercambios de opiniones. Finalmente agarro el auto y voy hacia su encuentro, recuerdo que logro llegar hasta más menos el metro los leones, luego de tacos infernales por todos lados. Ella en el intertanto luego de esperar un montón de rato, logra subirse a una micro, que viajaba por avenida Providencia hacia el poniente.
Me llama y me dice que unos flaites habían secuestrado la micro, y que nadie se podía bajar, si se bajaban los "cogotearía" (robo con violencia) y que escondería el teléfono. De ahí, un silencio incómodo, no tenía noticias de ella, no respondía mis mensajes, no atendía mis llamadas, no sabía siquiera en qué parte de providencia estaba.
Minutos después me llama y me cuenta que un grupo de pasajeros se habían organizado, forzaron la apertura de la micro y lograron descender cerca del metro Salvador. Paso por ellos y decidimos ir a dejar a todos los pasajeros a su casa, (o al menos intentarlo). uno de ellos me parece que iba al terminal de buses, por lo que partimos a calle exposición (estación central), mientras íbamos con la radio escuchando todo lo que estaba pasando.
Ahí de primera fuente nos tocó ver in situ el incendio de la torre de Enel en Santa Rosa. Varias calles en el camino, cortadas parcialmente con fogatas o barricadas.
Dejamos a los otros pasajeros y partimos a casa, encontrándonos con mucha gente en la calle, algunos aun intentando llegar a casa, otros, haciéndose parte de las protestas. Recuerdo que estuve pendiente bastante de las transmisiones de TV, radio y redes sociales. Que informaban de todo lo que pasaba.
Lo bueno es que los pasajeros llegamos sanos y salvo, el auto nuevo además sin ningun rasguño pese haber pasado por zonas cuasi de guerra.
Podría haber hecho mejor las cosas ese día, ¡desde luego!, obviamente después de la guerra todos somos generales. Pero para variar este evento nos dejó a todos descolocados.
En el siguiente post intentaré cubrir como fue la vivencia del estallido social, tanto en lo laboral como en las actividades cotidianas.
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